Pues sí. Es muy interesante lo que dices. Hay pautas y protocolos de entrenamiento como bien sabes. Hay entrenamientos personalizados y entrenamientos generales que se adaptan a cada persona. Creo que entre unos y otros hay una diferencia. En el primer tipo de entrenamiento existe o debería existir un seguimiento exhaustivo de la persona a la que se entrena. En el segundo el entrenado debe esforzarse en cubrir la posible laguna de ese entrenamiento personalizado. Para este segundo caso, y en mi opinión, se debe formar al entrenado para que ayude al entrenador a realizar ese seguimiento con la misma o parecida exhaustividad como si fuera un entrenador personal. Y en todos los casos para que la planificación alcance el objetivo deseado debe enseñarse al entrenado el por qué de tal o cual entrenamiento con exhaustividad para que sepa interpretar correctamente lo que se le indica. De la calidad con la que se haga se estará aportando valor al entrenamiento.
Cierto es que al entrenado se le deben dar ciertas pautas para que los entrenamientos se lleven a cabo de la manera más segura y eficaz posible, pero es a la hora de planificar y prescribir cuando el entrenador tiene que realizar esa labor de individualización. Y aquí poco tiene que hacer el entrenado, ya que no dispone de las herramientas y conocimientos suficientes para ello.
Enhorabuena por el blog Jorge. Yo creo que el principal problema o causa de que ocurra ésto que tu comentas es principalmente la falta de formación en los entrenadores o monitores de estos centros deportivos. Si cualquiera puede prescribir actividad física sin tener conocimientos de fisiología, entrenamiento, planificación...etc se podría solucionar con un director técnico o deportivo? esa es la cuestión que planteo.
Estoy de acuerdo contigo, debería estar regulada legalmente la profesión de entrenador, al igual que lo está la de médico, fisioterapeuta, enfermero...
Hasta que esto suceda (si es que algún día llega a ocurrir) los gestores de los diferentes centros deportivos deberían exigir un título universitario y una formación continua de sus empleados.
Afortunadamente, la gente cada vez es más consciente de lo importante que es el ponerse en manos de un profesional.
Pues sí. Es muy interesante lo que dices. Hay pautas y protocolos de entrenamiento como bien sabes. Hay entrenamientos personalizados y entrenamientos generales que se adaptan a cada persona. Creo que entre unos y otros hay una diferencia. En el primer tipo de entrenamiento existe o debería existir un seguimiento exhaustivo de la persona a la que se entrena. En el segundo el entrenado debe esforzarse en cubrir la posible laguna de ese entrenamiento personalizado. Para este segundo caso, y en mi opinión, se debe formar al entrenado para que ayude al entrenador a realizar ese seguimiento con la misma o parecida exhaustividad como si fuera un entrenador personal. Y en todos los casos para que la planificación alcance el objetivo deseado debe enseñarse al entrenado el por qué de tal o cual entrenamiento con exhaustividad para que sepa interpretar correctamente lo que se le indica. De la calidad con la que se haga se estará aportando valor al entrenamiento.
ResponderEliminarCierto es que al entrenado se le deben dar ciertas pautas para que los entrenamientos se lleven a cabo de la manera más segura y eficaz posible, pero es a la hora de planificar y prescribir cuando el entrenador tiene que realizar esa labor de individualización. Y aquí poco tiene que hacer el entrenado, ya que no dispone de las herramientas y conocimientos suficientes para ello.
ResponderEliminarUn saludo.
Enhorabuena por el blog Jorge.
ResponderEliminarYo creo que el principal problema o causa de que ocurra ésto que tu comentas es principalmente la falta de formación en los entrenadores o monitores de estos centros deportivos.
Si cualquiera puede prescribir actividad física sin tener conocimientos de fisiología, entrenamiento, planificación...etc se podría solucionar con un director técnico o deportivo? esa es la cuestión que planteo.
Muchas gracias Héctor,
EliminarEstoy de acuerdo contigo, debería estar regulada legalmente la profesión de entrenador, al igual que lo está la de médico, fisioterapeuta, enfermero...
Hasta que esto suceda (si es que algún día llega a ocurrir) los gestores de los diferentes centros deportivos deberían exigir un título universitario y una formación continua de sus empleados.
Afortunadamente, la gente cada vez es más consciente de lo importante que es el ponerse en manos de un profesional.